viernes, 25 de diciembre de 2009

Tú a mí. Sólo eso.

Cuánto has disfrutado, cuánto, sin merecerlo.
Cuánto has perdido, cuánto, sin pretenderlo.
Todo, lo has disfrutado y perdido todo. A partes iguales.
Sin merecerlo ni pretenderlo.
Y ahora das respuesta a mis preguntas admitiendo lo que fuiste.
Sólo un producto pseudoliterario
con el que emborronar unas páginas en blanco.
Tú. Sólo eso.

Cuánto has disfrutado, dime cuánto, sin pretenderlo.
Y cuánto has perdido, cuánto, sin merecerlo.
Todo, lo has disfrutado y perdido todo. A partes iguales.
Sin pretenderlo. Casi sin merecerlo.
Y ahora sonrío complacida al reconocer que yo no perdí nada.
Sólo encontré entre unas páginas en blanco
lo que andaba buscando hacía ya demasiado tiempo.
A mí. Sólo eso.

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