jueves, 15 de septiembre de 2011

Un premio "soñado"

Los días cambian de color. MIS días cambian de color. Intermitente. De continuo. Sin querer. Y aún queriendo. Con ganas. Sin ellas. De rosa a blanco. De blanco a negro. Con rotundidez. Sutílmente. Rápido. L......... e......... n......... t......... o......... en silencio. A GRITOS. Cambian de color con la facilidad con la que un prestidigitador hace desaparecer cientos de monedas entre sus dedos sin que el atento espectador descubra cuál es su secreto. Porque es imposible descubrir lo que no existe. Porque no hay secreto. Ni en la desaparición de las monedas del mago ni en el cambio de color de mis días. No lo hay. Tan sólo se trata de una habilidad traidora de la que no todos sabemos sacar partido. Por suerte o por desgracia.
MIS días cambian con la ternura de un abrazo sin brazos. Con la humedad pastosa de un beso con lengua. Con la violencia repentina de un golpe certero. Con el breve regusto amargo de un mal polvo.  Con una llamada que esperas y no llega. Con una que llega sin esperarla. Mis días cambian unos tras otros como las cuentas de un collar. Todos cambian, todos, con el simple transcurrir del tiempo.


Gracias, Portadora de Sueños, por recordarme que existo más allá del arco-iris.

4 comentarios:

  1. Hoy me han dicho que lo que me pasa a mi, le pasa a mucha gente, lo he descubierto cuando me he relacionado, a mi me cuesta...
    kisses

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  2. Espe, mientras seamos humanos compartiremos nuestras neuras, unos a viva voz, otros en silencio. Todos nos dolemos del mismo "mal", la diferencia reside en que unos lo gritan a los cuatro vientos sin nigún reparo, otros se acostumbran a portarlo a la espalda a modo de penitencia y los menos de fiar aseguran no saber de qué se habla. A mi edad da igual ya a qué grupo se pertenezca, la vida se encarga de llenarte la cabeza de preocupaciones mayores. Para mí ahora termina un día gris en el que se esfuma mi hora de lactancia. Mañana de seguro que amanece de otro color, y si no es así, si debo de soportar un nuevo día color ceniza, sin tardes especiales ni voces tranquilizadoras, volveré a engordar este lugar... empezaba a flaquear. Cuídate mucho mucho.

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  3. Has dejado un espacio para cubrir otro, maternal, espero que vayas rompiendo el cordón umbilical, porue cuanto más tardes en hacerlo más te duele...
    Ahora fuera de bromas, ¿estás escribiendo? ¿como va la vida?
    saludos y añoranzas
    ¡cuidate, que algún día volverás a ser mujer!

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  4. Hola, Espe. Me encuentro ausente del mundo virtual pero muy presente en el terrenal. ¡Me faltan horas! Las prioridades cambian con los años y las mías, por ahora, tienen nombre propio. Gracias por las añoranzas. Si te parece las compartimos, así parecerán diminutas, casi invisibles. Un abrazo XXL.

    P.S. Gracias por recordarme que existo. Me tengo muy olvidada.

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