viernes, 25 de diciembre de 2009

Mis circunstancias y yo

De Félix Lope de Vega (1562-1635)


Esparcido el cabello por la espalda
que fue del sol desprecio y maravilla,
Silvia cogía por la verde orilla
del mar de Cádiz conchas en su falda.

El agua, entre el hinojo de esmeralda,

para que entrase más el curso humilla;
tejió de mimbre una alta canastilla
y púsola en su frente por guirnalda.

Mas cuando ya desamparó la playa,

«Mal haya, dijo, el agua, que, tan poca
con su sal me abrasó pies y vestidos».

Yo estaba cerca y respondí: «Mal haya
la sal que tiene tu graciosa boca,

que así tiene abrasados mis sentidos».

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